Tiempos de oro días de grandeza, la vieja huesuda ni a la gloria le reza, todos intratables como malcriados arrogantes niños mimados que no llevan ni guantes, risas de octubre van a llegar cuando la muerte invada la ciudad, ojos de liebre se alzaran, en la rebelión del nunca jamas. Niños sollozan a la llegada de la calavera, aquellas cenizas que nadie espera.
-Khal Münt